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El Buen Humor

Soy muy aficionado a los crucigramas y en uno de esos días que tejía uno de ellos me encontré con la siguiente pregunta: “Remedio infalible” y sólo tenía cuatro casillas para llenarlo.

Casi termino con mis neuronas de tanto pensar, cuál sería ese bendito remedio. Mi sorpresa fue grande cuando descubrí que la respuesta era: RISA, sí así como suena, risa. Y me reí de mí mismo. ¡Ah! es que quien no se ríe de sí mismo, la va pasar mal cuando otros sí lo hagan.

Me encanta el buen humor. Ese mismo que debe tener el mismo Dios y quien además se complace en quienes gozan de esta cada vez más escasa virtud. La escasez del buen sentido del humor es de tal magnitud, que algunos han llegado ha pensar que este no proviene de Dios. Tal despropósito comenzó a calar en algunos ámbitos cristianos, al colmo de llegar a pensar que quien se riera o hiciera reír, no tenía el “bautismo” del Espíritu Santo.

A propósito, hoy estoy recordando con mucho cariño al personaje de “La fysfu” representado por mi hija Claudia, quien acuñó la bella y profunda frase: “Dios es amor y humor” ¡Que tiempos aquellos! Tiempos en los cuales cuando se anunciaba “El Show de La Fysfu” el templo se colmaba de personas que oían el Mensaje de La Palabra de Dios expuesto entre risas y alegrías. No fueron pocos los que empezaron a ver al Señor JESÚS, no sólo como su Salvador y Dios, sino también como ese gran amigo que los hacía reír una y otra vez. Créeme que lo que te voy a decir es en “serio”: El verdadero líder entre otras virtudes, se caracteriza por hacer reír a sus liderados, sin tener que burlarse de nadie.

Es notable y creo que usted está de acuerdo conmigo, pero una persona con buen sentido del humor es bienvenido en cualquier grupo de personas y en cualquier situación. Ahora bien, mantener un buen sentido del humor requiere de mucha sutileza y un cuidadoso acto de equilibrio. No se trata de hacer chistes groseros, ni bromas ligeramente vulgares, porque pasaríamos rápidamente a ser molestos y de paso reprochados. La clase de humor equivocada, así como el sarcasmo, los insultos y las burlas inclementes, puede herir en vez de sanar.

El apóstol Pablo escribe algo muy importante al respecto:

“Tampoco debe haber palabras indecentes, conversaciones necias ni chistes groseros, todo lo cual está fuera de lugar, haya más bien acción de gracias.” Efesios 5:4″

Tener un buen sentido del humor significa además, saber cuándo aliviar el estado de ánimo y cuándo cerrar la boca. Significa no tener miedo de burlarse un poco de uno mismo con el fin de ayudar a otro a sentirse mejor. Tener buen humor significa honrar al Señor JESÚS de una manera que traiga diversión y risa a los demás.

“El corazón alegre mejora la salud, pero un espíritu abatido seca los huesos.” Proverbios 17:22

 

 

 

Rvdo. Nicolás Ocampo J.

Pastor

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