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Buena tierra

“Si hemos sembrado semilla espiritual entre ustedes, ¿será mucho pedir que cosechemos de ustedes lo material?”

1 Corintios 9:11 NVI

Cuando el Apóstol Pablo escribió la carta conocida como Primera a los Corintios, confrontó en cada discurso la forma inmadura en que la iglesia allí se comportaba (1Corintios 3:1-3).

Celos, rivalidades, sectarismo, inmoralidad sexual, indiferencia con los débiles, inclusive idolatría, influencia de la filosofía, y otros pecados y faltas son algunas de las cosas que menciona el Escritor Sagrado.

Sin embargo, al llegar al capítulo nueve mencionará que, además de lo anterior, los hermanos en Corinto estaban luchando con la falta de generosidad.

Sin duda alguna, Pablo enfocará este punto para señalar que los miembros de la iglesia no aportaban ofrendas para el sustento de quien más que un tutor, era un padre, un apóstol y un pastor para ellos (1Cotintios 4:15).

Lastimosamente, quienes atentan contra el modelo económico de Dios para Su Iglesia, siempre argumentan que el diezmo, la ofrenda y las donaciones son tratadas como si fueran una obligación de los creyentes. Esta forma de plantear el asunto pretende hacer ver al pastor como un vividor, estafador y abusador. Pero, ese no es el enfoque que le da el Apóstol Pablo al asunto. Él dirá no que es una obligación del creyente sino un derecho del ministro que les ha dado la Palabra (1Corintios 9:12-13).

Pablo dice que, este derecho surge no como una anticipación para que el ministro de culto decida si le hace el bien a alguien o no. Él dice que este derecho surge por lo que el ministro o Pastor ya hizo, es decir, sembrarle lo espiritual al creyente.

Muchas personas en las iglesias tienen la misma lucha que los hermanos en Corinto, son mezquinos, tacaños y hasta ladrones (Malaquías 3:8-10). Esto último, porque aunque han recibido lo espiritual, ellos deciden no reconocer el derecho a lo material que tiene su pastor. Estas personas terminan siendo mala tierra y al final no producirán ninguna cosecha ni en lo espiritual, familiar, ni en ningún otro ámbito.

Los hermanos en Corinto cambiaron su proceder y retomaron su liderazgo en querer compartir; quiera Dios que la iglesia de hoy entienda esto como una oportunidad para hacer lo mismo (2 Corintios 7:11).

Sé buena tierra y produce lo material para quien te sembró lo espiritual.

Rvdo. Nicolás Ocampo Jr.
Pastor

    

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