La Biblia dice:
”Desde entonces comenzó Jesús a predicar: Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos está cerca.”
Mateo 4:17 NVI
El Primer Paso Hacia el Reino: Reconocer el Pecado
La predicación del Señor Jesús sobre el Reino comienza con una orden: “Arrepiéntanse.”
Buscar la justicia de Dios inicia con el sincero reconocimiento de que somos pecadores (Romanos 3:23). Ser pecador no es solo cometer errores humanos, sino haber violado voluntariamente los mandamientos de Dios.
Nuestra naturaleza pecaminosa (Pecado de Naturaleza) y nuestros actos y actitudes (Pecado Personal) nos han descalificado de participar en la gloria de Dios ({ὑστερέω / husteréo} – estar deficiente). Los seres humanos NO cumplimos los requisitos de pureza y santidad del Dios perfecto.
El Arrepentimiento: Una Renovación Mental
La palabra arrepentimiento no es solo un sentimiento de culpa; es un cambio radical y total:
* Cambio de Modo de Pensar: Es confrontar lo que pensamos con lo que Dios dice en Su Palabra. Cuando el Señor Jesús les dijo “Arrepiéntanse” eso significa: “Piensen de nuevo y piensen bien.”
* Cambio de Camino: Esos nuevos pensamientos centrados en Cristo Jesús y Su Reino deben llevar a un cambio de comportamiento.
No podemos olvidar los malos hábitos o pensamientos simplemente diciendo “no quiero pensar en eso.” La única manera de renovar la mente es alimentarla con la Verdad de la Palabra de Dios. El Espíritu Santo inspiró al Escritor Sagrado a decir:
“En mi corazón atesoro tus dichos para no pecar contra ti.”
Salmo 119:11
Para meditar:
* ¿Estás confrontando tus viejas creencias con la Verdad de Cristo Jesús?
* ¿Estás meditando en Su Palabra para que el arrepentimiento sea un cambio constante en tu manera de pensar y vivir?
* ¿Qué acciones tomas cada día para “pensar de nuevo” y “pensar bien”?
Oración
Padre Celestial, ahora comprendo que buscar el Reino de Dios y Su Justicia, significa el sincero reconocimiento de que soy pecador y a la vez darle lugar a cambiar mi manera de pensar y volverme a ti.
Gracias por la vida y la muerte de Cristo Jesús a quien me someto para vivir conforme a Tu Voluntad.
Me arrepiento de haber violado voluntariamente tu Palabra y te pido que me perdones.
Oro en el Nombre precioso del Señor Jesús y en el Poder de tu Espíritu Santo, Amén.
Rvdo. Nicolás Ocampo J.