Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables…
1 Pedro 3:8 RVR196
Cuarta instrucción: SÉ MISERICORDIOSO
Sin duda alguna, haz experimentado situaciones en las que, si tu esposa hace algo o si deja de hacerlo, igual te sientes molesto o irritado.
Recuerdo la historia de un hombre que ama profundamente a su esposa – él sabe amar como Jesús ama a Su Iglesia – sin embargo, ese amor se desvanecía por las mañanas cuando tomaban el desayuno. Él se irritaba cada vez que ella ingería alimento. El fastidioso chasquido que sus dientes y/o mandíbula hacía era tan fuerte que, él perdía la alegría.
Pasaron muchas semanas hasta que este amoroso esposo me pidió ayuda. Él no entendía por qué ese pequeño acto le incomodaba tanto.
Al hablar conmigo, le conté una historia de su esposa que él no conocía y que yo como pastor de ella había acompañado. En su juventud temprana, la esposa de este hombre había tenido un accidente automovilístico que debió haber sido mortal y que por la Gracia de Dios lo único que generó en su esposa fue un trauma en su mandíbula.
Al escuchar la historia, este hombre se conmovió al punto que, no pudo evitar llorar y sentir que Dios había tenido misericordia de él al guardar a su esposa cuando ni siquiera se conocían.
Ahora él quería mostrar esa misma misericordia hacia ella y pedirle perdón por haber estado enojado sin conocer que ese chasquido en su mandíbula era un recordatorio del amor de Dios para ambos.
Ora para que Dios te haga misericordioso en aquellas cosas que te sacan de casillas, enojan, irritan y pierdes la paciencia con tu esposa. Ruégale al Señor que te dé un corazón tierno para que puedas interceder en favor de ella.
Si has usado la crítica como una medida de choque para que ella cambie, debes saber que esto nunca funciona. Lo único que funciona es orar a Dios.
Oración:
Padre Celestial, Tú has inclinado tu ánimo en mi favor para compadecerte de mis miserias y debilidades. Has sido verdadera y constantemente misericordioso conmigo (Lamentaciones 3:22-23) y ahora quiero serlo con mi esposa.
Hoy reconozco que ella es una muestra de tu favor para mí y yo quiero ser un esposo tierno, agradecido y fiel.
Te pido por (nombre de la esposa) ayúdala en sus debilidades y permite que ella tenga cambios duraderos. Mientras eso ocurre yo seré un buen compañero que le ayudará a llevar su carga con ternura, sin críticas y comentarios mordaces, y esperando en ti.
Te lo pido Dios, en el Nombre del Señor Jesús y en el Poder de tu Espíritu Santo, Amén.