La Biblia dice:
“No cometamos inmoralidad sexual, como algunos lo hicieron, por lo que en un sólo día perecieron veintitrés mil.”
1 Co 10:8“Mientras los israelitas acampaban en Sitín, comenzaron a prostituirse con las mujeres moabitas… Esto los llevó a unirse al culto de Baal Peor. Por tanto, la ira del Señor se encendió contra ellos.”
Núm 25:1-3La historia de Israel en Sitín nos grita una advertencia: la inmoralidad sexual no es solo un desliz personal; es una puerta abierta a la idolatría y la destrucción.
Los israelitas no despertaron un día queriendo adorar a Baal Peor; el proceso comenzó con una aparente inocente “prostitución con las mujeres moabitas” (Núm 25:1). Esta relación carnal se convirtió rápidamente en una participación en el culto a sus dioses. El sexo fuera del diseño de Dios es, en esencia, una negación de Su señorío y un acto de adoración a un ídolo personal: el placer sin control.
El Apóstol Pablo nos recuerda el precio: “veintitrés mil” cayeron en un solo día. Esto nos enseña que Dios toma el pecado sexual con extrema seriedad porque profana el templo que es nuestro cuerpo y rompe nuestro pacto con Él. Cuando decimos, “es solo sexo” o “solo placer”, estamos ignorando el costo espiritual y físico.
Para meditar:
* ¿Estoy subestimando el pecado sexual en mi vida, pensando que es un asunto “solo biológico” o “personal”?
* ¿De qué manera el “placer sexual indebido” me está llevando a rendir culto a mis propios deseos en lugar de adorar a Dios con mi cuerpo?
Oración:
Padre Celestial, confieso que he trivializado el pecado. Ayúdame a ver la inmoralidad sexual como lo que realmente es: un acto de traición contra Ti. Dame la fuerza para cerrar las puertas a toda relación o práctica que me desvíe de la adoración a Ti.
Te lo pido en el Nombre precioso del Señor Jesús y en el Poder de tu Espíritu Santo, Amén.