…Por eso, ahora voy a seducirla: me la llevaré al desierto y le hablaré con ternura. Oseas 2:14
El libro del profeta Oseas narra parte de la verdadera vida del profeta, aunque es evidente que está lleno de metáforas y simbolismos. Por ejemplo, el amor de Oseas por su esposa infiel y los numerosos episodios del perdón del marido nos hablan del incansable amor de Dios por nosotros, siempre dispuesto a perdonarnos y darnos nuevas oportunidades.
Como acabamos de leer en Oseas 2:14, para recobrar el amor de su esposa dice que la llevará al desierto. ¿Qué es el desierto? Es el lugar de la nada, de la inmensidad, donde todo falta, hasta el agua. ¡Cuántas veces Dios ha tratado de hacernos volver a Él y no quisimos escucharlo! Por eso nos llevó al desierto, como un recurso de amor para hablarnos al corazón; porque es justamente en ese momento cuando más necesitábamos un tiempo a solas con Dios.
Acaba de pasar una época como fue las celebraciones de Navidad y Año Nuevo que dejó encandilados por las luces artificiales a muchas personas entre ellas a muchos cristianos, algunos se desviaron, abandonaron el compromiso de fidelidad al que se habían responsabilizado, y de paso descuidaron el servicio, perdieron el rumbo y abandonaron “su primer amor” por Dios. Sin embargo, Él no se cansa de amarnos y si es necesario, los llevará a lugares desérticos, donde solo estén Él y aquellos con quienes Él quiere restaurar, pues anhela hablarles de su amor. Si eres uno de ellos prepárate para pasar una temporada de “vacaciones” en el desierto junto a Dios.
No obstante, cuando estés en medio de dificultades, atravesando tiempos de gran prueba y piensas que estás solo, recuerda que el Señor te llevó allí porque desea volver a enamorarte de Él.
Indudablemente, Dios habla a sus hijos e hijas amados de mil maneras; a veces, la prueba, el dolor o la soledad son su estrategia de amor. Entonces nos hablará al oído con tiernas palabras de amor y nos regalará Su Perdón, restaurará nuestro corazón herido, sanará nuestro espíritu y volveremos a ser uno con Él; saldremos fortalecidos y volveremos al servicio con renovadas energías. Sé que es el deseo de Dios que este año 2025 le sirvamos, mientras buscamos Su Reino y Su Justicia.
Sea pues este el momento para que permitamos que el Señor nos restaure con sus Oportunas Palabras, silenciemos todas las voces y escuchémoslo solo a Él.
2025 Buscando El Reino de Dios y Su Justicia.
