¿Qué haces cuando una inundación se vuelve incontrolable? ¿Qué haces cuando parece que a veces todo el mundo se ha vuelto loco? Como asunto a tratar esta semana, te invito a que pienses en Noé.
A veces tienes que entrar en el arca. Reunidos, centrados en la familia y demás familiares, manteniendo nuestros valores básicos, no confundidos por todo lo que está pasando afuera.
El Señor le dijo a Noé: «Entra en el arca con toda tu familia, porque tú eres el único hombre justo que he encontrado en esta generación. Génesis 7:1
El Libro de génesis sugiere que entremos a nuestra Arca “privada” como lo hizo Noé. Durante una crisis, debemos encontrar los puntos seguros que se están construyendo dentro de nosotros mismos a base de nuestra Fe en Jesús el Señor y hacerlos realidad y por supuesto vivirlos.
Estamos viviendo una inundación salvaje de las fuerzas del mal que parecen a veces incontrolables tales como el engaño de las falsas doctrinas o de las ideologías que diariamente agitan a las grandes masas para que desafíen al Señor a base de la desobediencia y la rebeldía, y que por momentos parecen amenazantes y agresivas tratando de hacernos naufragar. Pero por favor, debes mantenerte firme, recuerda que siempre va a haber un Arca de Salvación cuyo Nombre es Jesús el Señor.
No olvidemos que de Dios tenemos Su Espíritu Santo del cual recibimos Poder, Dones y Fruto; es el Espíritu Santo el que nos da la fuerza de Dios para superar cualquier creciente, por amenazante que esta parezca.
No te aflijas, debes tener presente un asunto incluso en las peores situaciones, y de él no retroceder, este asunto es el Arca de Dios; Jesús el Señor, quien nos salva en los momentos más difíciles.
Es más, nosotros como hijos de Dios gozamos el privilegio de tener “varias arcas”: La Biblia, El Señor Jesús, la familia, la iglesia etc. Estas “arcas” son vitales, fuentes del bien, con las que puedes superar el mal que ahora mismo se muestra amenazante y agresivo. El asunto de Noé no pertenece solo a esa generación, este se mantiene por todas las generaciones hasta nuestros días, lo cual nos anima a correr y refugiarnos en momentos de difíciles condiciones, y apegarnos a lo bueno. Pregunto: ¿Cuál es tu arca hoy?
Luego subió [Jesús], a la barca y sus discípulos lo siguieron. De repente, se levantó en el lago una tormenta tan fuerte que las olas inundaban la barca. Pero Jesús estaba dormido. Los discípulos fueron a despertarlo. —¡Señor —gritaron—, sálvanos, que nos vamos a ahogar! —Hombres de poca fe —les contestó—, ¿por qué tienen tanto miedo? Entonces se levantó y reprendió a los vientos y a las olas, y todo quedó completamente tranquilo. Los discípulos no salían de su asombro, y decían: «¿Qué clase de hombre es éste, que hasta los vientos y las olas le obedecen? Mateo 8:23-27
Rvdo. Nicolás Ocampo J.
Pastor