La Biblia dice:
…«Es necesario pasar por muchas dificultades para entrar en el Reino de Dios»…
Hechos 14:22b NVISin duda, el sufrimiento es algo indeseado, pero inevitable.
Tememos la enfermedad, la escasez, la persecución, la muerte de un ser querido, la traición y, en general, cualquier estado de dolor.
Lo cierto es que, tal como acabamos de leer, para entrar en el Reino de Dios, es necesario pasar por muchas dificultades.
Parte del sufrimiento tiene como fin poner a prueba nuestra fe, revelando lo que hemos aprendido y cuán bien lo hemos asimilado.
Algunos perciben la prueba como un castigo o reprensión, ignorando la gran diferencia que existe entre los conceptos: castigo, reprensión y prueba.
Castigo:
Seamos claros: La Biblia sí dice que Dios castiga. Pero esta acción está reservada para los que no lo conocen y se niegan a obedecer el Evangelio de nuestro Señor Jesús (Ver 1 Tesalonicenses 1:7-9).Reprensión
En cuanto a Sus hijos, Dios sí los reprende, y lo hace por amor, con el propósito de corregirlos de su pecado (Ver Hebreos 12:5-11).
Prueba:
Ahora bien, la prueba, en cambio, se desarrolla en un escenario diferente: Su objetivo es determinar si, en verdad, hemos crecido en la fe, el amor, el conocimiento y la esperanza en Cristo Jesús.
Piense en esto: cuando en la escuela el maestro quiere evaluar a los estudiantes, les pide sacar una hoja, poner su nombre y la fecha. Luego formula unas preguntas y establece un tiempo límite para recoger el examen.
Normalmente, ese examen se realiza para probar si los estudiantes pueden demostrar, sin la ayuda de cuadernos o de terceros, lo que el maestro les enseñó en clases anteriores. Por otro lado, quienes nunca estudian en casa, no hacen tareas ni aprueban los exámenes, serán reprobados y perderán el curso y posiblemente el año.
Muchos piensan cuando están en medio de la prueba: “¿Quién sabe qué me estará enseñando Dios?”
No es así. En la prueba se pone a consideración lo que ya fue enseñado con anterioridad. Quien piensa que la prueba es para aprender es, en realidad, una persona desatenta que no valoró la enseñanza.
Por eso, mi consejo es:
* Sé juicioso en la lectura de la Biblia.
* Sé disciplinado en la asistencia a la iglesia.
* Sé ordenado, llevando un cuaderno de notas con las enseñanzas del Pastor.
* Sé obediente al mandamiento.
* Sé humilde cuando llegue tu prueba y en vez de impacientarte, aquieta tu mente para aplicar lo que ya habías aprendido y ahora deberás practicar.
El apóstol Santiago escribió:
Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada. (Santiago 1:2-4 NVI)Oración
Padre Celestial, sé que por tu amor me has reprendido y, como bien decía el salmista, me convino que así sucediera (Salmo 119:71). Pero, también me has probado como una manera de convertir en práctica la fe que has depositado en mí.
Ayúdame a actuar de manera correcta en la prueba, a fortalecer mi confianza y a salir en victoria. Te lo pido en el Nombre precioso del Señor Jesús y en el Poder de tu Espíritu Santo, Amén.