“El que los escucha a ustedes, me escucha a Mí; el que los rechaza a ustedes, me rechaza a Mí, y el que me rechaza a Mí, rechaza Al que me envió.” JESÚS
Lucas 10:16 NVI
Cuando recibimos a Cristo Jesús como Señor y Salvador, nuestro deseo es compartir con otros lo que Dios ha hecho con nosotros. Sin embargo, la mentalidad pecaminosa de la gente rechaza esa luz que se ha encendido en nosotros al punto que, llegará el momento en el que nosotros mismos sufriremos el desprecio de la gente e incluso el desprecio de nuestros amigos y familiares.
Jesús el Señor sabe eso y declaró que, esa es la causa de la condenación de la gente, que desprecian la luz que es Él y el Bendito Evangelio de Dios (Juan 3:17-20).
¿Por qué la gente te desprecia y se burla de ti? Porque la luz de Jesús que hay en ti evidencia el pecado que hay en ellos. (1 Pedro 4:3-4)
Así qué, al llegar a este punto, el Señor Jesús dirá que todos aquellos que desprecian a los fieles discípulos y ministros, los que piensan mal de ellos, los que se burlan, los que los ignoran y los que desechan la Gracia de Dios en nosotros, serán reconocidos como los que despreciaron, se burlaron, ignoraron y desecharon a Jesús y al Padre Celestial.
Cuando alguien recibe en vano o desprecia la Gracia de Dios que hay en ti y que quiere llevarlos a la salvación, solo tendrá como opción experimentar la terrible condenación.
Recuerda, cuando eres despreciado por causa de tu fe, finalmente a quien desprecian es a Jesús y al Padre.
Rvdo. Nicolás Ocampo Jr.
Pastor