Saltar al contenido

Íntima Devoción IEC

Inicio » Blog » El zorro

El zorro

El nombre de Herodes Antipas es ampliamente conocido dentro del mundo cristiano. Fue tetrarca de Perea y de Galilea hasta el día de su muerte y su nombre es encontrado en muchas ocasiones a lo largo de la historia del Nuevo Testamento, relacionado principalmente con una serie de hecho o acontecimientos que culminarían en la muerte de Juan el Bautista y de Jesús de Nazaret.

Según los historiadores Herodes Antipas fue hijo de Herodes I el Grande y de Malthace, una samaritana en el año 20 antes de Cristo. Se crio en la ciudad de Roma junto a su hermano y cuando su padre falleció, se le hizo entrega, por parte de Augusto, la tetrarquía de las ciudades de Perea y de Galilea. Contrajo matrimonio de forma escandalosa con Herodías, quien era la hermana de su hermanastro repudiando así a su legítima esposa quien era hija del Rey Aretas IV, quien al verse traicionado, ordenó un ataque en su contra el cual, únicamente por la intervención del gobernador romano de Siria se logró evitar la completa derrota de Herodes.

Resulta que, en algún momento de Su Ministerio, el Señor Jesús ha sanado a una mujer jorobada, ha hablado de la Puerta Estrecha; de parábolas tan importantes como La Levadura y el Grano de Mostaza, y de manera inesperada llegan unos fariseos a notificarle una amenaza de parte de Herodes según nos lo narra el médico Lucas en su Evangelio:

En ese momento se acercaron a Jesús unos fariseos y le dijeron: —Sal de aquí y vete a otro lugar, porque Herodes quiere matarte. Él les contestó: —Vayan y díganle a ese zorro: “Mira, hoy y mañana seguiré expulsando demonios y sanando a la gente, y al tercer día terminaré lo que debo hacer.” Tengo que seguir adelante hoy, mañana y  pasado mañana, porque no puede ser que muera un profeta fuera de Jerusalén. Lucas 13:31-33

 

¿A qué aludiría el Señor Jesús con ese peyorativo “zorro”?

Si bien es cierto que en la cultura nuestra, el llamar a una persona “zorro” es la manera de describirla como alguien astuto, para la cultura hebrea no es así, ya que los animales como el zorro y el león son usados para representar la diferencia entre un hombre superior y uno inferior. Los hombres considerados grandes son llamados “leones” mientras que los inferiores son llamados “zorros”.

También se acostumbraba emplear el término “zorro” para referirse al linaje de alguna persona se usaban refranes como este: “Él es un león hijo de león, pero tú eres un león hijo de un zorro”

Y como si fuera poco, el término “zorro” es usado en relación con la moral de alguna persona.

“mejor ser cola de león, que cabeza de zorro” así se usa otro refrán en la cultura hebrea.

Ah, hay algo más. En esta interpretación el uso del término “zorro” no solamente se refiere a una moral depravada, sino que el uso del verbo “gobernar” está relacionado con el gobierno de un rey; es decir “zorros, hijos de zorros”, quiere decir: “despreciables e impíos gobernantes que son descendientes de despreciables e impíos gobernantes.”

Quiero entonces concluir con la siguiente afirmación: Cuando el Señor Jesús le dice “zorro” a Herodes, le estaba diciendo: Primero, que él no era un león, sino un falso usurpador, tonto,

sin linaje. Y, en segundo lugar, el Señor Jesús estaba cuestionando el liderazgo y el estatus moral de Herodes. En otras palabras y en el contexto hebreo al referirse como “zorro” a un gobernante era tan humillante algo así como “una bofetada en su propia cara”. Sin lugar a duda que los que oyeron eso deben de haber soltado una carcajada con la respuesta que el Señor Jesús, el León de la tribu de Judá le envió al zorro de Herodes.

A propósito, no sé en cuántos países como Colombia ha habido en el Gobierno o llegará haber “zorros” en vez de “leones”

En este mismo instante recuerdo la siguiente Escritura, la cual gustosamente te comparto:

Uno de los ancianos me dijo: «¡Deja de llorar, que ya el León de la tribu de Judá, la Raíz de David, ¡ha vencido! Él sí puede abrir el rollo y sus siete sellos.» Apocalipsis 5:5

Rvdo. Nicolás Ocampo J.
Pastor
  

Deja un comentario

Traducir »