Ahora que estamos a punto de despedir este 2019, es conveniente que revisemos las conductas y todas las faltas. Es saludable reconocer nuestras propias faltas y debilidades, este es el primer paso hacia la meta de ser mejores.
Hoy seguramente muchas personas(hombres y mujeres), están acudiendo a sus salones de belleza, quiero decir, donde su peluquero de confianza para someterse al embellecimiento, con el fin de recibir el nuevo año. Seguramente muy pocos haremos lo propio, pero con nuestra alma y someterla a su propio tratamiento de belleza.
Nuestra inclinación es a querer aparecer mejores de lo que somos ante nuestro prójimo y lo peor, ante los ojos de Aquél (El Señor Todopoderoso), a quien definitivamente no podemos engañar, tratando a través de nuestro propio maquillaje de vanidad y disfrazados de preocupante “bondad”.
Es que, tener fe y evitar hacer el mal es una buena base que nos debe dirigir ahora mismo, a dar los pasos en un riguroso orden y que antes de pensar en fiestas, lo cual no está mal, hacer un acto de reconocer, arrepentirnos, renunciar y resistir a fin de que nos deshagamos de las maldiciones y por supuesto iniciar una nueva etapa de cambio en el año a punto de comenzar, como un acto de honra hacia Dios.
Es tiempo pues, que nos levantemos del sueño de las ilusiones, y de las ambigüedades y pensemos en los hechos que agradan al Señor. Volvamos al Señor Jesús dando los pasos firmes anteriormente mencionados y hagamos un recuerdo en arrepentimiento de todo aquello que Dios ha hecho en y por cada uno todo el tiempo, especialmente en el último año.
Quiero afirmar algo: Si olvidamos la Verdad de Dios que es Su misma Palabra, y pasamos nuestro tiempo en el vacío, perdiendo de esa manera el año en vanidades que no traen beneficios y mucho menos salvación, sugiero que nos miremos a nosotros mismos, mejoremos nuestro camino y nuestras acciones. Dejemos atrás a la par con este 2019 nuestra mala conducta, nuestra mala senda y nuestro mal pensamiento.
Alistémonos eso sí, para recibir el nuevo año y con él El Segundo Toque en misericordia de parte del que es Pura Misericordia y Bondad.
Si logramos entendender qué es lo que el Señor demanda de nosotros, en el 2020 mejoraremos nuestro camino, y en oración le podemos decir al Señor que estamos listos para no solamente ser inscritos en el Libro de La Vida, sino para hacer Lo Bueno, Lo Agradable, y Lo perfecto; dicho de otra manera, estamos listos para hacer Su Voluntad.
Te invito a que medites en la siguiente porción bíblica y empieces a dar los primeros pasos para que logres el propósito anhelado:
Por lo que a mí toca, siempre pongo mi confianza en el gran amor de Dios; yo, en su presencia, cobro vida como árbol cargado de frutos. Dios mío, yo siempre te daré gracias por todo lo que has hecho; en ti pondré mi confianza porque tú eres bueno. ¡Pongo por testigo al pueblo que te ama!
Salmos 52:8-9
Su servidor y amigo:
Rvdo. Nicolás Ocampo J.
Pastor