La Biblia dice:
No sean idólatras como lo fueron algunos de ellos, según está escrito: «Se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó para entregarse al desenfreno».
1 Corintios 10:7 NVIEl pecado de la idolatría no es algo del pasado. Aunque en la Iglesia del Señor ya no adoremos estatuas de madera o piedra, la advertencia Bíblica sigue vigente para nosotros hoy. La idolatría en nuestra era se esconde en cosas que, a primera vista, parecen inofensivas e incluso buenas. El dinero, el éxito profesional, la salud, la familia o las relaciones pueden convertirse en el centro de nuestra atención, amor y devoción. Y si bien estas cosas no son malas en sí mismas, el problema surge cuando les damos un lugar que sólo le pertenece a Dios.
La esencia de la idolatría moderna, tal como lo expresa el apóstol Pedro en 1 Pedro 3:15, no es más que no darle a Cristo el primer lugar en nuestra vida. Él debe ser el Señor de todo.Cuando el ego, la ambición personal o la búsqueda incesante de confort se convierten en el motor de nuestras decisiones, estamos cediendo a la idolatría.
El profeta Jeremías advirtió al pueblo de Israel sobre las consecuencias de este pecado.
1. La idolatría empobrece el alma y devora nuestros recursos, como dice Jeremías 3:24.
2. También nos embrutece y ciega nuestra mente, alejándonos de la verdad de Dios Jeremías 10:8-9.
3. La idolatría no solo nos daña, sino que además, no ofrece salvación cuando más la necesitamos. En tiempos de calamidad, como vemos en Jeremías 11:11-13, los ídolos demuestran su inutilidad. No tienen el poder para librarnos.
4. Los ídolos producen Locura como claramente dice Dios por medio del profeta Jeremías 50:38Solo Dios puede darnos refugio, paz y protección. La verdadera seguridad no se encuentra en la riqueza ni en los logros, sino en poner nuestra confianza en el Señor. Él es el único que puede librarnos en medio de la adversidad.
Por eso, el llamado del Apóstol Pedro sigue siendo crucial para nosotros hoy: “Honren en su corazón a Cristo como Señor”.La esperanza que tenemos se basa en que, sin importar las circunstancias, nuestro corazón está en el lugar correcto, enfocado en el Único que nos puede sostener, guiar y salvar.
¿Qué ídolo moderno podría estar ocupando el lugar de Dios en tu vida?
¿Qué área necesitas rendir a los pies de Jesús para que Él sea verdaderamente el Señor de todo?Oración
Padre Celestial, decido honrar en mi corazón a Cristo como Señor de todo en mi vida.
Te lo pido en el Nombre precioso del Señor Jesús y en el Poder de tu Espíritu Santo, Amén.