“En aquella ocasión algunos que habían llegado le contaron a Jesús cómo Pilato había dado muerte a unos galileos cuando ellos ofrecían sus sacrificios.
Jesús les respondió: «¿Piensan ustedes que esos galileos, por haber sufrido así, eran más pecadores que todos los demás?
¡Les digo que no! De la misma manera, todos ustedes perecerán, a menos que se arrepientan.”
Lucas 13:1-3 NVI
En este pasaje el Doctor Lucas nos cuenta sin mucho detalle que, Pilatos, quien era el representante del Imperio Romano, había matado a unos galileos mientras estos ofrecían sus sacrificios. Cuando le contaron esto al Señor Jesús, su respuesta indica que quienes le contaron lo sucedido consideraban que estas personas que habían muerto, mientras hacían algo sagrado, habían recibido una reprensión tan fuerte como la muerte por presentar sacrificios de manera indigna.
Así que, el Señor les dirá que su prejuicio hacia estos difuntos es equivocado y que, a pesar de estar haciendo algo correcto como presentar sacrificios a Dios, su muerte no indica que son más pecadores sino que indica que en realidad la muerte está más cerca de lo que pensamos. Incluso cuando estamos arreglando las cosas con Dios.
Si pudiéramos meditar en lo cerca que está la muerte, sin invocarla como un deseo, seguramente nuestra vida sería más sensata, prudente y santa.
La Biblia dice:
“El sabio tiene presente la muerte; el necio solo piensa en la diversión.”
Eclesiastés 7:4 NVI
Al final de esa historia en la que el Señor habla de la gran posibilidad que tenemos de experimentar una muerte repentina, Él afirma: “todos ustedes perecerán, a menos que se arrepientan.”
No invoques la muerte, pero ten presente que en cualquier momento puedes irte a la eternidad, si te arrepientes de todos tus pecados, Jesús te perdonará y te dará la oportunidad de la resurrección para la Vida Eterna, si no te arrepientes, ten por cierto que perderás esta vida y también te perderás en la Vida Eterna. Lee Juan 5:25-30
Rvdo. Nicolás Ocampo Jr.
Pastor
