La Biblia dice:
Dios no nos llamó a la impureza sino a la santidad.
1 Tesalonicenses 4:7
Y también:
Los creó hombre y mujer, y los bendijo. El día que fueron creados los llamó «seres humanos».
Génesis 5:2Estos textos nos hablan de la función sexual. Esta incluye Sexo, Sexualidad, y Sensualidad y es un regalo trino de Dios, no un error biológico o una construcción social.
1. Sexo: Fue Dios quien determinó la diferenciación entre hombre y mujer. A mí, Dios me dio el regalo de ser hombre, a ti querida mujer, Dios te dio el regalo de ser mujer. Ambos somos hechos a Su imagen y semejanza, aunque entre nosotros haya puesto diferencias biológicas.
2. Sexualidad: Dios nos creó hombre y mujer con propósito, y dentro de la función sexual a esta le pertenecen tres fundamentos sagrados:
* Procreación: “Sean fructíferos y multiplíquense” (Gén 1:28).
* Disfrute: “Goza de la vida con la mujer amada” (Ecl 9:9).
* Santificación/Pacto: Dentro del matrimonio para evitar la inmoralidad y satisfacer las necesidades mutuas (1 Co 7:2-3).
3. Sensualidad: la capacidad de disfrutar y expresar el placer a través de los sentidos, especialmente los relacionados con lo sexual, y de despertar el deseo y la atracción en otros.El problema no es el sexo, sino nuestro uso pecaminoso del mismo.
Cuando el instinto sexual se desliga del diseño de Dios (pacto, respeto, intimidad total), se reduce a un acto instintivo, fisiológico, pero no está enmarcando el plan de Dios. La santidad no es la ausencia de sexo, sino la plena obediencia a Su diseño en el contexto de un pacto de amor. Somos llamados a la santidad (1 Ts 4:7), y esto incluye el control de nuestro cuerpo como algo sagrado y digno de respeto (1 Ts 4:4).
Para meditar:
* ¿Cómo estoy valorando el regalo de mi ser hombre o mujer, tal como Dios me creó?
* ¿Estoy buscando que mi vida sexual (en el matrimonio) sea una manifestación de la santidad, el respeto y el pacto, o solo de la gratificación instintiva?
Oración:
Padre Celestial, gracias por el regalo de la función sexual. Perdóname por buscar mi propia gratificación fuera de tu diseño santo. Te ruego que me ayudes a honrarte con mi cuerpo y a usar este regalo para edificar mi matrimonio y glorificarte. Te lo pido en el Nombre precioso del Señor Jesús y en el Poder de tu Espíritu Santo, Amén.