Le contestó Jesús: —El que me ama obedecerá mi palabra y mi
Padre lo amará; vendremos a él y haremos nuestra morada en él.
Juan 14:23 NVI
La mayoría de los esposos se enfocan en lo que ven y en
interpretar las emociones de su esposa, pero a menudo pasan por alto que ella
tiene un espíritu que también necesita ser cuidado. Ese espíritu es el soplo de
vida que clama por ser alimentado con la Presencia de Dios. El Señor Jesús
prometió que Su Espíritu Santo estaría en nosotros y que Su Presencia es una
respuesta del Padre a nuestra acción de amar a Su Hijo Jesús y obedecer Su
Palabra.
Nuestra esposa también es partícipe de esta promesa y puede
ser alimentada con la Presencia del Espíritu Santo en su espíritu para que este
sea saciado (Salmo 90:14). Por lo tanto, el esposo tiene la responsabilidad de
orar por la vida espiritual de su esposa, pidiendo a Dios por lo menos tres
cosas:
1. Protección contra las fuerzas demoníacas: Ora para que tu
esposa no sea engañada por las mentiras del enemigo y se fortalezca en la
Verdad de Dios (Génesis 3:13, Juan 8:44).
2. Relación sólida con Dios: Ora para que tu esposa tenga
una fe inconmovible y una relación de íntima devoción con Dios, leyendo la
Biblia diaria, ordenada, ferviente y alegremente y orando con enfoque y
alegría.
3. Voluntad del Señor: Ora para que tu esposa desee,
encuentre y viva la Voluntad del Señor, experimentando satisfacción, paz, gozo
y seguridad en lo que Dios ha diseñado para ella.
Oración:
Padre Celestial, te pido por (nombre de la esposa), que Tú
la fortalezcas en la fe, que crezca espiritualmente, que invierta tiempo
leyendo tu Palabra y orando, y que llegue a ser una poderosa mujer de Dios. Te
lo pido en el Nombre de tu Hijo Jesús y en el Poder de tu Espíritu Santo, Amén.