La Biblia dice:
“No trabajarán en vano ni tendrán hijos para la desgracia; tanto ellos como su descendencia serán simiente bendecida del Señor.”
Isaías 65:23 NVIUna de las principales batallas que enfrentamos en la actualidad es la amenaza de que nuestros hijos sean seducidos por el placer y el pecado.
Lamentablemente, muchos cristianos están perdiendo esta batalla al ver a sus hijos incurrir en prácticas como:
* Inmoralidad sexual: fornicación, masturbación, homosexualidad.
* Adicciones y vicios: consumo de alucinógenos, bebidas embriagantes, adicción a videojuegos.
* Comportamientos destructivos: robo, mentiras, rebeldía, pereza, callejeo.
* Influencias nocivas: amistades tóxicas y venenosas, música con mensajes trastornadores.
Este profundo problema no se resuelve únicamente con terapias psicológicas, sesiones de coaching, medidas de choque o consejería pastoral.Dios ha prometido una única vía para la salvación y protección de nuestros hijos: el derramamiento de Su Espíritu Santo.
Por lo tanto, la tarea fundamental de ustedes, padres y madres, es propiciar espacios espirituales donde, a través de la imposición de manos, el Espíritu Santo pueda descender sobre sus hijos.
Dios nos lo asegura en Su Palabra:
Después de esto, derramaré mi Espíritu sobre todo el género humano. Los hijos y las hijas de ustedes profetizarán, tendrán sueños los ancianos y visiones los jóvenes. En esos días derramaré mi Espíritu aun sobre los siervos y las siervas.
Joel 2:28-29 (NVI)DIEZ TAREAS URGENTES PARA LOS PADRES
Para ganar esta batalla por sus hijos, tomen acción inmediata con estas diez tareas ineludibles:
* Vuélvanse a Dios con todo su corazón.
* Arrepiéntanse sinceramente de cualquier negligencia espiritual cometida.
* Manifiesten un carácter más dulce, amoroso y tierno en el hogar.
* Respeten a sus hijos; jamás los maltraten.
* Establezcan el altar familiar diario en casa, un tiempo dedicado a: leer la Biblia, orar y cantar alabanzas.
* Desconéctense del celular, televisor, computador y amistades para concentrarse totalmente en sus hijos.
* Cambien el lenguaje conyugal: Usen palabras de reconocimiento y apoyo. Eviten la crítica. Digan la verdad con amor, recordando que la verdad sin amor es crueldad.
* Vístanse con la armadura de Dios (Efesios 6:10 y siguientes).
* Congréguense fielmente en la iglesia.
* Impongan sus manos sobre sus hijos a diario y declárenles bendición en el nombre de Jesús.
Este es un asunto de vida o muerte espiritual. Esto no es un juego.Para meditar:
* ¿Comprendo que mis hijos son el discípulo más cercano que Dios me ha confiado?
* ¿Mi comunión con Dios es un elemento inspirador para mis hijos?
* ¿Mis hijos ven que hay coherencia entre la fe que profeso y mi carácter?Oración
Padre Celestial, ya que me has confiado la vida de mis hijos para instruirlos en Tu Temor, para guiarlos mientras transitan hacia la eternidad y para pastorearlos como corderos frágiles, dame sabiduría, santidad y rectitud para hacer mi tarea con fidelidad.
Te lo pido en el Nombre precioso del Señor Jesús y en el Poder de tu Espíritu Santo, Amén.