La Biblia dice:
El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni presumido ni orgulloso.
1 Corintios 13:4 NVI
Tal vez usted ha experimentado que aunque ama profundamente a su cónyuge, en ocasiones también detesta profundamente sus actitudes. Ambas cosas suelen confundirse, pero es claro que amar a una persona no necesariamente implique amar su forma de ser o amar algunos de sus comportamientos.
En la vida de pareja hay una actitud que mina, deteriora y atenta directamente contra el buen ánimo y la paz de la relación, esto es la impaciencia.
Algunas de las manifestaciones más comunes incluyen:
– Irritabilidad y frustración: Reacciones exageradas ante pequeños inconvenientes, errores o la necesidad de esperar al otro.
– Pecado: Es posible que tu cónyuge esté luchando con una debilidad pecaminosa y esté perdiendo la batalla. La Biblia dice: “Al que le gusta pecar, le gusta pelear;” el que abre mucho la boca busca que se la rompan. Proverbios 17:19 NVI
– Interrupciones constantes: No permitir que la pareja termine sus frases o ideas, mostrando ansiedad por expresar el propio punto de vista.
– Críticas frecuentes: Señalar de manera constante y poco constructiva los defectos o errores de la pareja.
– Intolerancia a las diferencias: Dificultad para aceptar que la pareja tenga opiniones, ritmos o formas de hacer las cosas distintas.
– Prisas y exigencias: Presionar constantemente a la pareja para que haga las cosas al propio ritmo, sin considerar sus tiempos o necesidades.
– Reacciones impulsivas: Expresar el malestar de forma abrupta, con palabras o tonos hirientes, sin pensar en las consecuencias.
– Dificultad para escuchar: Mostrar desinterés o distracción cuando la pareja habla, priorizando las propias preocupaciones.
– Evitar temas difíciles: Impaciencia ante la necesidad de abordar problemas o conversaciones incómodas, postergándolos o evitándolos.
– Lenguaje corporal tenso: Manifestar impaciencia a través de gestos como suspiros, movimientos nerviosos o expresiones faciales de disgusto.
– Ultimátums y amenazas: Presionar a la pareja con plazos o advertencias, sin dar espacio para la reflexión o el diálogo.
Estas manifestaciones pueden generar un clima de tensión, resentimiento y frustración en la relación, deteriorando la comunicación, la confianza y la intimidad. A largo plazo, la falta de paciencia puede contribuir a conflictos frecuentes, distanciamiento emocional e incluso la ruptura de la pareja.
Si hay algo que usted debe hacer es actuar de inmediato. No deje este tema a la suerte esperando que algún día ocurra un cambio “mágico”.
Recomendaciones:
– Identifique ¿Qué situaciones específicas desencadenan la impaciencia en tu cónyuge? Oren juntos sobre estas situaciones.
– Considera ¿Cómo puedes ser un mejor ejemplo de paciencia en tu propio comportamiento?
– Lean juntos pasajes de la Biblia que hablen sobre la paciencia, por ejemplo:
Romanos 5:3-5
Santiago 1:2-4
Santiago 1:19-21
Santiago 4:1
1 Pedro 3:20
2 Pedro 3:9
– Oren el uno por el otro, pidiendo específicamente la Gracia de la paciencia.
Oración
Padre Celestial tu Palabra muestra que Tú eres paciente y por esa razón te pido por mí y por (nombre del cónyuge). Ayúdanos a crecer en esta área mientras somos conscientes de aquellas situaciones que nos alejan de la Paz y la Santidad que proceden de tu Espíritu.
Te lo pido en el Nombre precioso del Señor Jesús y en el Poder de tu Espíritu Santo, Amén.