La Biblia dice:
“Todos deben considerar el matrimonio como algo muy valioso. El esposo y la esposa deben ser fieles el uno al otro, porque Dios castigará a los que tengan relaciones sexuales prohibidas y sean infieles en el matrimonio.”
Hebreos 13:4 TLA
En 1992, mis padres compraron una pequeña casa campesina en las afueras de la ciudad, que incluía un terreno para siembra. Ese terreno era especialmente fértil, y todo lo que se sembraba en él producía una abundante cosecha. Antes de una temporada de vacaciones escolares, decidí sembrar lechugas y tomates con la intención de tenerlos a mano para preparar sándwiches para los familiares y amigos que nos visitarían.
Mientras nuestros vegetales crecían, se me ocurrió que sería una buena idea sembrar flores a lo largo del lindero para embellecer el aspecto de nuestro hogar. Sin embargo, no me di cuenta de que esta decisión sería un error. Cuando las flores brotaron y crecieron, trajeron un alegre colorido, pero también atrajeron una abundante presencia de mariposas. Y, además de disfrutar las flores, las mariposas comenzaron a comerse las lechugas
Esta experiencia me enseñó una valiosa lección. Al igual que sembrar flores en el jardín puede atraer insectos que dañen los cultivos, sembrar semillas de infidelidad en el matrimonio puede atraer “animales” e “insectos” que profanen la relación matrimonial. La infidelidad puede tomar muchas formas, y puede ser tan sutil como una flor que parece inofensiva, pero que en realidad puede causar un daño profundo.
Ora para que Dios te proteja a ti y a tu esposa de plantar cualquier cosa de la cual tengan luego que arrepentirse. Ruégale al Señor Jesús que te muestre cómo plantar semillas de fidelidad y construir una relación sólida que sea luz en medio de la oscuridad que vive el mundo actual.
Oración:
Dios y Padre nuestro, te pido por (nombre de la esposa) y por mí. Te ruego que crezca el amor entre nosotros y que nos libres de la tentación de extraviarnos. Te pido que me perdones por haber sembrado semillas de infidelidad, ya sea a través de pensamientos, palabras o acciones que han dañado nuestra relación. Me arrepiento de (nombra cualquier acto, intención o pensamiento que necesite perdón) y te pido que me limpies de todo pecado.
Te ruego que me des abundante provisión de amor para sembrar semillas de fidelidad y lealtad en nuestro matrimonio. Es mi deseo tener una relación con mi esposa que sea fuerte, saludable y llena de amor. Danos las fuerzas para aferrarnos a las cosas buenas de nuestro matrimonio, incluso en aquellos momentos cuando uno de los dos se sienta tentado por el mal.
Danos a mi esposa y a mí la sabiduría para sostener relaciones amables y bondadosas con otras personas, pero con límites bien establecidos para evitar caer en la sensualidad, la seducción y el pecado. Ayúdanos a ser conscientes de las trampas del enemigo y a resistir sus tentaciones. Danos la gracia para amarnos y respetarnos mutuamente, y para edificar un matrimonio que sea una bendición para nosotros y para aquellos que nos rodean.
Te lo pido en el Nombre precioso del Señor Jesús y en el Poder de tu Espíritu Santo, Amén.