La Biblia dice:
No trabajarán en vano ni tendrán hijos para la desgracia; tanto ellos como su descendencia serán simiente bendecida del Señor.
Isaías 65:23 NVI
Recuerdo que, siendo soltero, sentí una fuerte convicción de parte de Dios para comenzar a orar por mis futuros hijos. En esas oraciones, pedía que mis descendientes fueran hombres y mujeres dedicados a servir al Señor Jesús. Después de casarme con mi esposa Mariana, nuestra oración se volvió más específica: pedíamos a Dios que estableciera Su Reino en la vida de nuestros hijos.
Cuando Mariana quedó embarazada, no tardamos en escuchar la voz de Dios, quien nos inspiró a orar por el bebé en camino. Aunque no sabíamos si era niño o niña, nuestra principal petición era que estuviera sano, completo y protegido del mal. Semanas después, descubrimos que era una niña, Victoria. Nuestra oración se volvió aún más específica: pedimos a Dios que Victoria tuviera un corazón dócil, fuera obediente y experimentara la santidad y la felicidad desde el vientre.
A lo largo de los años, hemos visto cómo el Espíritu Santo nos ha guiado a orar de manera asertiva y ha sido maravilloso experimentar que Dios ha respondido nuestras oraciones y ha establecido Su Reino en la vida de nuestra hija.
Quiero animarte a que ores por tus hijos, no dejes su vida al azar. Dios tiene un plan para ellos y te ha puesto como su primer discipulador e influenciador primario. Tus oraciones, enseñanzas, testimonio de fe y ejemplo son fundamentales para que Dios establezca Su Reino en sus vidas.
Oración:
Padre nuestro que estás en el Cielo, te adoro y me acerco a ti por medio de tu Santo Hijo Jesús. En Él, te pido por (nombre de tus hijos). Establece tu Reino en sus vidas y haz que vivan para adorarte y servirte. Te lo pido en el Nombre del Señor Jesús y en el Poder de tu Espíritu Santo, Amén.
