La Biblia dice:
“Recuerda que durante cuarenta años el Señor tu Dios te llevó por todo el camino del desierto, para humillarte y ponerte a prueba. Así llegaría a conocer lo que había en tu corazón y vería si cumplirías o no sus mandamientos.”
Deuteronomio 8:2 NVICuando Dios nos llama a servirle Él planta en nuestro corazón un área específica de trabajo.
Ese sentir inicial, a menudo confirmado por profecía, un sueño o una autoridad espiritual, se convierte en un profundo deseo que nos impulsa a soñar con ser útiles en Su obra.
Sin embargo, en muchas ocasiones, aquello a lo que aspiramos en Cristo Jesús parece frustrarse por múltiples adversidades, e incluso por la oposición de otros. Pasan los años y sentimos que no avanzamos.
* ¿Por qué sucede esto?
* ¿Por qué, si Dios mismo nos llama a Su servicio, todo se torna tan difícil?
* ¿Por qué da la impresión de que esos sueños se desvanecen?
La respuesta a todas estas preguntas es una: DIOS ESTÁ PROBANDO NUESTRO CARÁCTER.
La Biblia relata acerca de José, el hijo de Jacob:
”El Señor mandó hambre a la tierra de Canaán, y cortó la provisión de alimentos.
Luego envió a un hombre a Egipto delante de ellos: a José, quien fue vendido como esclavo.
Le lastimaron los pies con grilletes y en el cuello le pusieron un collar de hierro.
Hasta que llegó el momento de cumplir sus sueños, EL SEÑOR PUSO A PRUEBA EL CARÁCTER DE JOSÉ.
Entonces el faraón mandó a buscarlo y lo puso en libertad; el gobernante de la nación le abrió la puerta de la cárcel. José quedó a cargo de toda la casa del rey; llegó a ser el administrador de todas sus posesiones.
Con total libertad instruía a los asistentes del rey y enseñaba a los consejeros del rey.”
(Salmos 105:16-22 NTV)Más que soñadores, Dios está buscando personas con CARÁCTER forjado para que sean parte de Su equipo de colaboradores de confianza.
Por lo tanto, si te encuentras en un desierto de espera, si las dificultades amenazan con apagar tu visión, recuerda que no estás estancado; estás siendo preparado. La etapa de la prueba no es un castigo, sino la fragua donde Dios moldea la perseverancia, la fe inquebrantable y la madurez que te harán idóneo para la misión. Mantén la confianza, pues el plan de Dios al probar tu carácter es liberarte, como a José, para que asumas el lugar de influencia que Él ha diseñado para ti.
Oración
Padre Celestial, cuando veo la obra que hiciste con hombres y mujeres de los cuales la Biblia narra sus triunfos, es fácil poner la atención en el final y no en la manera cómo probaste su carácter.
Gracias por forjar mi carácter para tu Gloria, para que Cristo Jesús sea formado en mí.
Oro en el Nombre precioso del Señor Jesús y en el Poder de tu Espíritu Santo, Amén.