Este tema del tiempo es uno de los más complejos de entender, dada la relatividad con la que se maneja.
El muy famoso científico y además reconocido como el personaje del siglo XX Albert Einstein, en alguna ocasión dijo entre otras célebres frases sobre la relatividad del tiempo, la siguiente: “Cuando cortejas a una bella muchacha, una hora parece un segundo. Pero te sientas sobre carbón al rojo vivo, un segundo parecerá una hora. Eso es relatividad”.
Paso de manera abrupta de Einstein, al conductor de un bus intermunicipal que el día de hoy martes 7 de enero fue sorprendido por el desprendimiento de un cable que sostiene las cabinas del sistema masivo de transporte, quien al ser inquirido por un periodista local con respecto al incidente, soltó la siguiente frase: “La vida es un segundo” seguramente para dar a entender que la vida es un soplo, como efectivamente lo es. Alguien también dijo, que debemos vivir como si el Señor Jesús viniera hoy, pero que nos debemos proyectar como si tardara mil años.
A propósito del Señor Jesús, fue Él mismo quien dijo que los días serían acortados:
Si no se acortaran esos días, nadie sobreviviría, pero por causa de los elegidos se acortarán. Mateo 24:22 .
Sin embargo este año el Señor nos regala un día más, es decir este 2020 tendrá no 365, sino 366 días.
El apóstol Pablo con respecto al tiempo nos dice:
Compórtense sabiamente con los que no creen en Cristo, aprovechando al máximo cada momento oportuno. Colosenses 4:5
Así que tengan cuidado de su manera de vivir. No vivan como necios sino como sabios, aprovechando al máximo cada momento oportuno, porque los días son malos.
Por tanto, no sean insensatos, sino entiendan cuál es la voluntad del Señor. Efesios 5:15-17
Aprovechar el tiempo con sabiduría es lo que nos aconseja el apóstol Pablo, recordándonos que somos mortales, por lo tanto somos finitos, y si somos finitos tenemos límites en el curso de vida. Todo lo que nace, muere. Es decir, somos limitados. En el libro de Job se nos dice algo que es estremecedor, cuando uno se detiene seriamente a analizarlo.
Veamos:
Pocos son los días, y muchos los problemas, que vive el hombre nacido de mujer. Es como las flores, que brotan y se marchitan; es como efímera sombra que se esfuma.
¿Y en alguien así has puesto los ojos?
¿Con alguien como yo entrarás en juicio?
¿Quién de la inmundicia puede sacar pureza?
¡No hay nadie que pueda hacerlo!
Los días del hombre ya están determinados; tú has decretado los meses de su vida; le has puesto límites que no puede rebasar. Job 14:1-5
Al meditar en la Escritura anterior, se le bajan a uno los humos y con ellos, toda soberbia, toda altivez, todo ímpetu de creer que puede estar por encima de los demás. Es que la muerte está tan cerca de nosotros, como la vida misma. Contrariamente, piensa uno en cómo aportar en fuerzas, servicio, conocimiento; también con dinero en todo aquello que es espiritual y por lo tanto Eterno, como llevar a cabo La Obra del Señor Jesús, a través de la evangelización. Palabras más, palabras menos, en pensar más en el prójimo.
Porque es el propio Señor Jesús el que está diciendo:
No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, y donde los ladrones se meten a robar. Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar. Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón. Mateo 6:19-21
Te pregunto: ¿Tienes un calendario a la mano? O ¿Un reloj?
Moisés el siervo de Dios quiere llamarnos la atención para que nos fijemos en nuestro calendario y nos demos cuenta lo efímeros que somos y con qué sabiduría le estamos dando manejo a nuestro tiempo.
Señor:
Mil años, para ti, son como el día de ayer, que ya pasó; son como unas cuantas horas de la noche. Arrasas a los mortales. Son como un sueño. Nacen por la mañana, como la hierba que al amanecer brota lozana y por la noche ya está marchita y seca. Salmo 90:4-6
Algunos llegamos hasta los setenta años, quizás alcancemos hasta los ochenta, si las fuerzas nos acompañan. Tantos años de vida, sin embargo, sólo traen pesadas cargas y calamidades: pronto pasan, y con ellos pasamos nosotros. Salmo 90:10
Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestro corazón adquiera sabiduría. Salmo 90:12
Es que a veces nos preocupamos por tener relojes finos, pero no nos ocupamos de la administración del tiempo, perdiendo de manera deliberada el mismo.
Porque como me decía mi madre de manera perentoria: “ El tiempo perdido lo cobra Dios”.
El tiempo más que un espacio en la vida, es un regalo de Dios. Si lo miramos de esa manera nos podemos identificar con el conductor de bus arriba mencionado: “La vida es un segundo”
Vistas así las cosas: ¿Ya meditaste en qué vas a hacer este a 2020 con UN DÍA MÁS?
Rvdo. Nicolás Ocampo J.
Pastor