¿Será que llegamos a la era de “ver para creer”? o tal vez ¿Será que nunca hemos salido de ella?
La verdad es que en una era en la que nos topamos frecuentemente con personas que hoy dicen sí y mañana dicen no, es fácil que caigamos en un estado de escepticismo e incredulidad. Pero cuando miramos con detenimiento a las promesas hechas por el Señor Jesús, nos damos cuenta de que sí podemos confiar.
Una de las promesas por las que más urge la iglesia que se cumpla en cada uno de los creyentes es la del Espíritu Santo. Te invito a que leas sólo unos cuantos textos respecto a la promesa del Espíritu Santo.
Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan! Lucas 11:13
»Cuando los hagan comparecer ante las sinagogas, los gobernantes y las autoridades, no se preocupen de cómo van a defenderse o de qué van a decir, porque en ese momento el Espíritu Santo les enseñará lo que deben responder.» Lucas 12:11-12
Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos. Y yo le pediré al Padre, y él les dará otro Consolador para que los acompañe siempre: el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede aceptar porque no lo ve ni lo conoce. Pero ustedes sí lo conocen, porque vive con ustedes y estará en ustedes. No los voy a dejar huérfanos; volveré a ustedes. Juan 14:15-18
Todo esto lo digo ahora que estoy con ustedes. Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que les he dicho. Juan 14:25-26
Tengamos cuidado entonces de no ser parte de esa mayoría de personas que sólo confían cuando pueden ver o tocar algo con sus propias manos y de paso ser prisioneros de ese concepto que les permite pensar que, por ser impalpable, el Espíritu Santo de Dios puede parecer algo difícil de comprender.
El deseo del Señor Jesús es que participemos de forma activa en Su Reino, aun en los aspectos sobrenaturales, y es a través del Espíritu Santo viviendo en nosotros que Él puede compartir esta parte de Sí Mismo con sus hijos. Además, el Espíritu Santo no les es dado solo a personas importantes o pastores, sino a todo aquel que cree, incluyendo a las mujeres, los niños y los siervos. El Espíritu Santo está esperando para obrar en tu vida. ¿Estás titubeando en medio del temor o las dudas? No hay razón para preocuparte por ti mismo cuando Dios está obrando en tu vida.
La noticia importante para hoy y que está vigente es la que nos da el Señor por boca de su profeta:
Después de esto, derramaré mi Espíritu sobre todo el género humano. Los hijos y las hijas de ustedes profetizarán, tendrán sueños los ancianos y visiones los jóvenes. En esos días derramaré mi Espíritu aun sobre los siervos y las siervas. Joel 2:28-29
Rvdo. Nicolás Ocampo J.
Pastor