La Biblia dice:
“El mensaje que proclamo es que se acerca el día en que Dios juzgará, por medio de Cristo Jesús, la vida secreta de cada uno.”
Romanos 2:16 NTV
Sin duda alguna, este texto sintetiza gran parte del mensaje cristiano. Todos los seres humanos hemos pecado contra Dios y esta acción ha hecho que Dios determine un día en el que Él detendrá todo y juzgará a cada persona.
Pero hay una Buena Noticia. Antes de ese día de juicio, Dios nos ofreció un camino de salvación. Al ver que nadie podía vivir sin pecar, Él mismo vino a la Tierra en la persona de Jesús. Jesús demostró que sí se puede vivir en obediencia absoluta y sin mancha. Y, en un acto de amor supremo, Dios puso el pecado de toda la humanidad sobre Él. Así, la única condición que se nos pide es depositar nuestra fe en Jesucristo, el Dios hecho hombre, y vivir para Él.
Ese Salvador que es Jesús, ha sido nombrado por Dios como el Juez de toda la humanidad y eso significa que, todos sin excepción tendremos que presentarnos ante Él a rendir cuentas. (Hechos 10:42; 2 Timoteo 4:1)
Los que no creyeron en Él serán juzgados y condenados para ir eternamente al lago de fuego y azufre que Dios ha preparado para el diablo y sus ángeles (Mateo 25:41; Apocalipsis 20:10; Apocalipsis 21:8), y quienes sí aceptaron el llamado de Dios aceptando a Jesucristo como Señor resucitarán para Vida Eterna (Juan 5:28-29) y serán recompensados por sus obras (1 Corintios 3:13-15).
Dado que todo esto será así, vale la pena evaluar cómo está nuestra vida en ese ser interior donde guardamos los secretos que sólo Dios y cada uno mismo sabe. La santidad es la experiencia de fe que hace que por lo menos dos de tres partes implicadas, tengan que ver con ese lado del ser que nadie ve, es decir, la limpieza de pensamiento y la pureza de corazón. La tercera, que es la integridad de conducta puede ser vista por los demás, pero las dos primeras, hacen parte de los secretos de cada uno que, solo Dios ve y de los cuales se está tomando atenta nota en el cielo.
El día del juicio, Jesús sacará a la luz todo lo que cada uno ha tenido reservado en su mente y en su corazón.
Esforzarte por alinear estas dos partes de tu vida secreta a la Voluntad y el examen constante de Dios, será sensato y te ayudará a tener una vida íntegra y santa delante de Dios.
Oración
Padre Celestial, Tú eres omnisciente y por eso nadie puede engañarte ni ocultarte nada.
Te ruego que en Cristo Jesús me ayudes a tener una buena conciencia, que me des un corazón limpio y que me permitas recordar siempre que algún día saldrán a la luz mis más íntimos secretos.
Te pido tu ayuda en el Precioso Nombre del Señor Jesús y en el Poder de tu Espíritu Santo, Amén.
