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Nunca la aflicción podrá superar la fe

Antes que nada, es muy importante que no debemos disfrazar la realidad cuando pasamos tiempos de aflicción. La realidad que actualmente vive nuestro país no es nada envidiable, y créame, que en mayor o menor proporción, este caos nos ha afectado a todos los colombianos y por supuesto que a la iglesia también.

Y aquí es donde debemos darnos cuenta de que los tiempos difíciles son un importante medidor del nivel de nuestra fe. Es verdad que puede ser muy fuerte nuestra fe, tan fuerte siquiera como un granito de mostaza y es por esa razón que nos sentimos libres para no desconocer la realidad de nuestra situación, especialmente a nivel individual. Eso sí, el acto de reconocer  nuestras congojas no tiene por qué disminuir en ningún sentido nuestra confianza y nuestra fe en Dios.

Constantemente tenemos que estar reconociendo el Poder y el Dominio que Dios tiene sobre nuestra vida porque de esa manera lograremos que nuestra fe en Dios nunca se verá superada por las situaciones difíciles que tengamos que enfrentar, sobre todo de manera personal.

¿CÓMO ENFRENTAR ENTONCES LAS AFLICCIONES SIN QUE AFECTEN NUESTRA FE?

1.      Amando e invocando al Señor

Yo amo al Señor porque él escucha  mi voz suplicante. Por cuanto él inclina a mí su oído, lo invocaré toda mi vida. Los lazos de la muerte me enredaron; me sorprendió la angustia del sepulcro, y caí en la ansiedad y la aflicción. Salmo 116:1-3 

2.     Confiando en la protección y la ternura de Dios.

Entonces clamé al Señor: «¡Te ruego, Señor, que me salves la vida!» El Señor es compasivo y justo; nuestro Dios es todo ternura.  El Señor protege a la gente sencilla; estaba yo muy débil, y él me salvó. Salmo 116:4-6

3.      Aceptando la bondad del Señor.

¡Ya puedes, alma mía, estar tranquila, que el Señor ha sido bueno contigo! Salmo  116:7 

4.     Recibiendo el consuelo del Señor.

Tú me has librado de la muerte, has enjugado mis lágrimas, no me has dejado tropezar. Por eso andaré siempre delante del Señor en esta tierra de los vivientes. Salmo 116:8-9 

5.     Creyendo siempre en el Señor.

Aunque digo: «Me encuentro muy afligido», sigo creyendo en Dios. Salmo  116:10 

 Dejo pues este sencillo, pero sincero consejo de cinco puntos apoyados en la Palabra de Dios,  que seguramente arrojarán sobre tu vida un resultado notable y fortalecedor no solamente para este momento coyuntural, sino como una vitamina espiritual de constante efecto.

 

Rvdo. Nicolás Ocampo J.

Pastor

  

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