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Isabel la Reina

Isabel la reina de Inglaterra murió la noche del jueves en Europa, la tarde en América Latina a la edad de 96 años.

Esa ha sido la noticia que alarmó al mundo y que lanzó los titulares de los principales medios de comunicación a nivel mundial.

Mucho se ha hablado de la soberana hacia la cual hasta no hace mucho tiempo empecé a sentir admiración, aunque no dejo de reconocer que estamos en una era donde un rey es solo una imagen, o en algunos casos no es más que una metáfora. (Ya son muchos los memes que la gente ha sacado sobre el tema, entre los cuales, algunos verdaderamente vergonzosos, irrespetuosos e irreverentes).

Precisamente hoy, pude recordar una frase que hace muchos años escuché que dice más o menos así: “El Rey está en el campo”, que significa algo así que, sentimos a Dios muy cerca de nosotros. Lo cierto es que, hasta esta noche (en Europa), la tarde en América Latina, una verdadera reina actuó en Gran Bretaña, luciendo una corona, viviendo en sus palacios, protegida por muchos guardias y lo más notable, fue reina durante setenta ininterrumpidos años.

Sobre la realeza inglesa, tengo muchas cosas que hablar y que aprendí al ver la famosa serie “The Crown”. Pero, prefiero hablar de algo más reciente que ocurrió con La Embajadora de Israel y su esposo cuando estuvieron en el palacio de Buckingham. Quisiera hablar del representante diplomático de la iglesia cristiana ante el Reino Unido, pero por ser la iglesia del Reino de Los Cielos, nada qué ver; lo que sí quiero hacer es contar una anécdota que tiene que ver con Israel, particularmente el pueblo judío cuyo gobierno sí tiene relaciones diplomáticas y por supuesto un Embajador, mejor dicho, una Embajadora allí. Usted me dirá: Pastor ¿Qué de particular tiene qué ver Israel, no puede hablar de otro país? Yo le contesto: Sí hay algo particular con Israel, y es que, el mismo Señor Jesús lo dijo a la mujer samaritana que la salvación viene de los judíos.

Ahora ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación proviene de los judíos. Juan 4:22

Pues resulta que la señora Embajadora Tzipi Hotubeli de Israel en el Reino Unido se reunió con la Reina junto con su marido O Alon, cuando presentó sus cartas credenciales. Por asuntos de protocolo, La Reina se reúne con cada nuevo embajador. Pues pasó que el señor O Alon en plena ceremonia le dijo a la Reina que en el judaísmo se acostumbraba a saludar al conocer a un rey o a una reina, y le preguntó a la Reina Isabel si era posible saludarla. Rompiendo todos los protocolos, ella estuvo de acuerdo con la petición que le hizo el esposo de la señora Embajadora, quien la bendijo con estas palabras: ¡Bienvenido sea el Soberano de Las Naciones quien dio su honor a personas de carne y hueso como usted, y que inmediatamente cambió la historia de su majestad la Reina! La reina no se dejó esperar y sonrió y agradeció llena de emoción.

Al final de ese encuentro y alterando nuevamente el protocolo real, o como decimos por acá, ¡ya se sentía en confianza, como en casa!, el esposo de la embajadora acercándose casi a la mejilla de la Reina le pidió un consejo de la experiencia de su vida. La Reina pensó durante unos segundos, tal vez no más de un minuto y medio, y le dijo: “Es bastante difícil dar un solo consejo”. Al final ella respondió: “el período que desde el comienzo de mi reinado he aprendido es a invertir mucho, mucho tiempo en las relaciones con los demás, pero más allá en mantener excelentes relaciones con la familia, esto es lo más importante en la vida”.

Francamente es interesante que incluso la Reina de Inglaterra a quien honro su memoria, pensara que este era el punto.

Debo destacar que la Reina en algún momento de su reinado, mostró gran interés en saber acerca del Inmortal Rey de reyes, Jesús el Señor y no escatimó esfuerzos en llevar a su palacio al muy reconocido evangelista cristiano Billy Graham quien por lo menos en dos ocasiones, al menos públicamente, le habló de Aquel de quien volverán a ser los reinos de la tierra. Tal como en sendos textos nos hablan Las Sagradas Escrituras.

En esa visión nocturna, vi que alguien con aspecto humano venía entre las nubes del cielo. Se acercó al venerable Anciano y fue llevado a su presencia, y se le dio autoridad, poder y majestad. ¡Todos los pueblos, naciones y lenguas lo adoraron! ¡Su dominio es un dominio eterno, que no pasará, y su reino jamás será destruido! Daniel 7:13-14
Tocó el séptimo ángel su trompeta, y en el cielo resonaron fuertes voces que decían: «El reino del mundo ha pasado a ser de nuestro Señor y de su Cristo, y él reinará por los siglos de los siglos. Apocalipsis 11:15

Mientras deseo larga vida para el nuevo Rey Carlos III, también es mi deseo que haya paz en la tumba de la Reina Isabel.

Rvdo. Nicolás Ocampo J.
Pastor
  

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