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Sociedad en retroceso

Reiteradas veces hemos oído decir a manera de enseñanza, que la familia es el núcleo de la sociedad. Por lo tanto, todo lo que suceda al interior de la familia, inevitablemente se va a ver reflejado en la sociedad, para bien o para mal.

Una realidad parcial de la situación que hoy se vive en nuestra Nación es precisamente el resultado del deterioro en las relaciones intrafamiliares. Esto que muchos nos preguntamos cuándo se volvió Colombia al caos, dando a entender como si hubiera sucedido de la noche a la mañana, no halla respuesta en algo distinto, sino que lo que se vivía al interior de la familia, finalmente explotó a gran escala. De ahí que cobra más fuerza lo que la Palabra de Dios nos dice y lo que reiteradamente predicamos: Sin conducción de Dios en nuestras vidas, todo va a ser desorden total en lo individual y en lo colectivo. Y aquí vamos a encontrar una respuesta al porqué la Biblia en libros como Proverbios se ocupa de tratar los asuntos de casa, dándonos una clara indicación acerca de principios fácilmente aplicables y de los cuales la familia que quiera jugar un papel esencial en el desarrollo de la sociedad que Dios quiere, necesariamente tiene que abrazarlos. Empecemos por el hombre. El hombre sabio desempeña una función supremamente importante como garante de la institucionalidad, tanto en la familia, como en la sociedad y por supuesto en la iglesia. Si usted se detiene a observar el libro de Proverbios, se dará cuenta cómo ilustra el contexto familiar sobre la base de la instrucción espiritual, moral y ética. Pero no. Estamos en la era del desafío a la autoridad y del “no me importan los demás”, pasando por encima del otro, a costa de la vida ajena al no dejarle libre el paso a una ambulancia que lleva a un enfermo o impidiéndole a un médico llegar hasta la casa de su paciente; o cerrando el paso al camión que trae suministros para la ciudad, y claro los resultados en muchos casos son fatales.

La verdad sea dicha y es que mientras los papás muy ajustados a la cultura griega desechen la educación que en Proverbios está enfocada en la familia y que tiene en mente el bienestar del individuo en todo su ser, se sientan plenamente satisfechos en llevar a sus hijos más fácilmente al gimnasio o al parque recreativo que a la iglesia. O que olviden que La educación de la familia de la que nos habla la Biblia está principalmente dirigida a la virtud moral y espiritual en vez de hacia la preparación profesional; el orden debe ser , primero lo espiritual y luego lo profesional que en contraste con la cultura de los egipcios quienes se mostraban más preocupados en preparar a un joven para engrosar las filas de la burocracia o que ocupara alguna posición en el gobierno, porque les importaba más ser parte de una élite, así fuera sin valores espirituales, morales y éticos.

Una razón fundamental por la cual se tenía un concepto tan elevado de familia en el antiguo Israel es porque echaban mano de manera diligente de La Palabra de Dios y esto marcaba una diferencia abismal con la sociedad en los otros países especialmente en la actualidad con los de este lado del mundo.

En definitiva, la unidad fundamental de la familia, era, es y será lo que se aprende en el hogar donde se teme a Dios, y que valora celosamente el privilegio el poder gozar de tener a su alcance la Instrucción dada por el Señor a través de Su Eterna Palabra.
Además, no podemos echar al olvido que las exhortaciones paternales hacia el hijo, proveen la forma cómo se construye la familia. Proverbios 23:13-28. (No dejes de leerlo, es muy importante).
Esta forma tan antigua de instrucción padre-hijo fue muy generalizada en el antiguo Cercano Oriente. Además, el uso del castigo físico para la formación moral de un niño es recomendado en los versículos 13-14 donde se exhorta a papá y mamá a disciplinar al hijo con vara.

No dejes de disciplinar al joven, que de unos cuantos azotes no se morirá. Dale unos buenos azotes, y así lo librarás del sepulcro. Proverbios 23:13-14

La educación entonces al interior de nuestra familia debe comenzar con el temor a Dios como Fuente y Meta de toda La Sabiduría. Este enfoque es el que no se ha tenido en cuenta, por lo tanto, sin él, olvidémonos que nuestra sociedad va a tener un cambio sustancial como el que todos anhelamos.

 

Rvdo. Nicolás Ocampo J.

Pastor

  

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