¡Papi: el piano se “Encogió”!
Desde que era aún muy niño mi hijo mostró su afición por la música, razón suficiente para que junto a mi esposa, tomáramos la decisión de darle un acordeón alemán para niños, lo que no fue posible,
Desde que era aún muy niño mi hijo mostró su afición por la música, razón suficiente para que junto a mi esposa, tomáramos la decisión de darle un acordeón alemán para niños, lo que no fue posible,
En los últimos días he venido tomando algunas experiencias vividas por algunos famosos para enmarcar de manera real estos saludos, que a decir verdad, han sido muy útiles y de mucha bendición para algunos que los leen, empezando por mí.
Esta vez escribiré sobre una de las tantas anécdotas que contó la reconocida actriz Salma Hayek en una entrevista el jueves 4 de febrero de 2021. La actriz ha sufrido acoso físico y psicológico al que someten, de forma continuada, a alguien por tener alguna característica especial; en el caso de ella es por su baja estatura.
Por estos días cuando es inevitable mirar uno que otro noticiero dada la proliferación de las noticias, algunas de ellas importantes otras menos importantes, estuve sentado frente al televisor mientras miraba uno de los informativos nacionales.
Cuando se pasa por tiempos de abundancia es muy fácil animar a otros a que sientan lo mismo cuando pasan por momentos de escasez. Eso es lo que yo llamaría una fe superflua y vacía.
¿Has escuchado o has expresado esta frase alguna vez? Estoy seguro que sí.
Cada vez que echamos mano de esta frase, es para recriminarnos a nosotros mismos por algo que tenemos que hacer, pero que por razones de tiempo no pudimos cumplir.
En medio de ires y venires en este camino terrenal, nos toca enfrentar muchas situaciones que nos impulsan consciente o inconscientemente a emitir juicios que valga decirlo, no siempre son nuestra competencia hacerlo.
Pasó también con el Señor Jesús.
Muchos se han devanado los sesos investigando la fecha exacta del nacimiento de nuestro Redentor. Las Sagradas Escrituras dejan entrever algunos detalles, algo así, cómo quién era el gobernante en aquella época,
Francamente creo que no. En el idioma de Dios no existe la palabra crisis. En nuestro idioma sí.
Ahora bien, el tema de las crisis no está en nosotros poderlas evitar, pero sí poderlas superar, no por nuestras propias capacidades o recursos sino por la confianza que en Dios hemos puesto.