¿Se echa de ver que Cristo está en ti?
Mientras escuchaba el sermón del domingo pasado, el Pastor, quien además es mi papá, dijo que, aunque haydiferentes versiones y revisiones de la Biblia, la mejor de ellas es la que cada creyente vive.
Muerte con dignidad – Parte II
en una obligación.
En vez de dar realce a la autonomía y el respeto a uno mismo, el enfoque de los defensores del suicidio y de la filosofía de “morir dignamente” logra precisamente lo opuesto: en última instancia, degradan la integridad del individuo y el significado de su existencia.
Una guerra a muerte
Todos los creyentes en Cristo Jesús, hemos experimentado el contraste que genera el profundo deseo de no pecar, frente a la realidad de estar sometidos a la carne. Este estado genera una terrible insatisfacción porque muchas veces nos roba el gozo.
Muerte con dignidad
Lo que por todos es bien sabido, en menos de una semana, dos personas recibieron en Colombia (Cali y Medellín), “la muerte con dignidad” a causa de padecimientos y deterioro en su salud.
Fe ficticia
El prudente ve el peligro y lo evita; el inexperto sigue adelante y sufre las consecuencias. Proverbios 22:3
¿Ya lo pensaste?
Te has puesto a pensar si de pronto este año que termina, empezara a hacerte reclamos tales como:
¿Por qué no madrugaste más a orar?
¿Cuántas veces dejaste de leer la Biblia?
¿Quién es el niño Jesús?
Era apenas un niño de diez años y cursaba mi tercer grado de primaria cuando al maestro Pascual González se le ocurrió la “genial” idea de romperle la falsa creencia a la mayoría del grupo o que así lo creía porque era la enseñanza que habían recibido en casa
¡Gracias, gracias, gracias!
Estos días, las mañanas empiezan para mí antes del amanecer, cuando un hombre habitante de calle que duerme en la acera del frente al apartamento donde vivo y con una tos demasiado sonora me despierta, y es como si quisiera decir, si yo no duermo nadie duerme. Puedo darme vuelta e intentar volverme a dormir, pero sus toses insistentes hacen imposible que pueda relajarme.
La bendición
“El Señor te bendiga y te guarde; el Señor te mire con agrado y te extienda su amor; el Señor te muestre su favor y te conceda la paz.” Así invocarán mi nombre sobre los israelitas, para que yo los bendiga.» Num 6:24-27
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